Manuel Álvarez

Información personal

Desde pequeño en mi casa siempre hubo ordenadores. Aprendí a utilizarlos y a jugar programar desde bien temprano, así que cuando tuve que elegir mi carrera, no me costó decidirme.

Como provengo de una familia de ingenieros, la visión que siempre tuve era que después de unos años de experiencia, mi destino era ser “el ingeniero” y dirigir el trabajo de los demás, así que siempre me pareció el camino lógico: unos años de junior para coger experiencia, un contrato temporal aquí, un contrato de prácticas allá, hasta llegar a ser Project Manager. No fue difícil después llegar a Team Leader y luego Director de departamento, dejar de programar, y pasarme el día mirando excels y documentación técnica.

Tampoco tardé mucho en decidir que ese no era mi camino, que yo prefería morir con las botas puestas. Que no era aún mi momento para dejar de programar. Ni la empresa ni yo estábamos contentos con mi papel como director, así que rehice mi carrera, decidí cambiar de stack y volví a la programación.

Monté mi propia empresa. Salió mal y me dediqué a trabajar para empresas de fuera. De fuera de España. La culpa la tuvo un anuncio para trabajar en una empresa de Australia por 100,000$ al año. No podía creer que esto de programar estuviera tan bien valorado en otros lugares, incluso aunque fuera un país con un coste de vida mayor.

Estos años trabajando de forma remota han hecho que me tenga que adaptar rápidamente, aprender muchas cosas nuevas, conocer gente, hablar inglés, volver a adaptarme y continuar con la dinámica, pero sin dejar de programar. Trabajar en casa, además, me permite atender a mi familia, estar con mis hijos, recogerlos del colegio, comer con mi mujer y mi hija, llevarlos a entrenar, charlar con otros padres y madres, y tener una vida normal.

Objetivos profesionales

Es importante para mí trabajar en proyectos que realmente aporten valor a la gente, que pueda decirle a mi madre lo que estoy haciendo. He tenido la suerte de poder hacerlo desde que decidí trabajar en proyectos de carácter nacional e internacional y creo que es algo que me ayuda a ser estar más a gusto y motivado en mi trabajo y a ser más productivo.

También me gusta trabajar con gente. Incluso cuando he trabajado de forma remota, he tenido la iniciativa de incluir en el contrato una serie de condiciones que incluyan las visitas al centro de trabajo para estar con mis compañeros, conocerles, verles cara a cara, jugar al fútbol o tomarme una cerveza con ellos de vez en cuando.

Y me gusta que en el equipo haya gente con sentido del humor. Aquí hemos venido a divertirnos y pasarlo bien mientras programamos. No debería ser un calvario.